La familia de granjeros vivía en una granja rodeada de verdes prados y
tranquilos riachuelos. La hija de los granjeros se llamaba Jimena y tenía un perro llamado Yago y una nueva gatita llamada Ágata.
Como Ágata tenía alergia al pelo del perro Yago se tuvo que trasladar a dormir al granero.
En la granja habitaban un gato, un gallo, dos cigüeñas y dos jilgueros.
Al gallo se le antojó que la vaca, el gato y el cerdo no jugasen con el jilguero.
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